En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo
último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez
percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que
hay en todas las cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz
y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de
verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder
sabiamente en su vida privada o pública.
PLATÓN, República VII
Identifica y explica el sentido de este texto.
Este texto pertenece al libro VII
de la obra de Platón titulada la República. Este título se debe a que en ella
Platón reflexiona sobre la “res publica”,
sobre la “cosa pública”; es decir, sobre el Estado. Está escrita en forma de
diálogo, como todas las obras de este autor, ya que siempre quiso respetar las
preferencias de su maestro Sócrates que decía que la filosofía se hace
dialogando. Es un diálogo entre Sócrates, a través del cual Platón expone su
pensamiento, y Glaucón, un familiar de Platón.
En el libro VII de la República
aparece el llamado mito de la caverna, una alegoría, entendiendo por tal una
figura literaria que, mediante imágenes, contiene una enseñanza que hay que
saber interpretar. La alegoría de la caverna tiene cuatro partes:
·
Descripción de la caverna.
·
Liberación del prisionero.
·
Regreso a las profundidades de la caverna.
·
Explicación filosófica de la alegoría.
Este texto pertenece a la cuarta
parte. Platón había comparado el mundo visible, el mundo sensible, con una
caverna en cuyo fondo y de espaldas a la luz había unos esclavos encadenados,
los ignorantes. Tras ellos había un fuego, cuya luz representa el conocimiento
sensible, que es el que nos proporcionan los sentidos y solo nos aporta
apariencias de las que podemos obtener meras opiniones. Fuera de la caverna
había un mundo exterior, el mundo inteligible, el mundo de las ideas, que es la
verdadera realidad. Se trata de un mundo iluminado por la luz del sol, que es
el conocimiento intelectual en el que el sol representa la idea del bien.
El esclavo que consigue liberarse
de las cadenas y salir de la caverna se da cuenta de que el sol (la idea del
bien) es el que lo ilumina todo, es el que nos conduce al conocimiento
verdadero, es el soberano y productor de verdad. Y quien es capaz de mirar al sol,
quien es capaz de comprender la idea del bien, será justo porque Platón, por
influencia de Sócrates, cree en el intelectualismo moral, que es la doctrina
que considera que no hay maldad, sino ignorancia; quien conoce el bien,
necesariamente ha de actuar justamente tanto a nivel individual como a nivel
social. Quien conoce el bien, sabrá conducirse en su vida privada porque tendrá
la suficiente fuerza de voluntad para someter los deseos a las órdenes de la
razón. Y sabrá también conducirse honradamente en la vida pública porque sabrá
cual es el lugar que le corresponde en la sociedad y aceptará la función que le
es propia. Y ese que conoce el bien y sabe cómo hay que actuar es, según Platón
quien debe gobernar. De ahí que en la
República, Platón proponga una utopía de gobernantes-filósofos.
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